Ivette Sosa
Con gran alegría y una mochila llena de ilusiones Chema llegó a la Ciudad de México; deseaba ayudar a sus padres y alcanzar un mejor futuro.
Este fin de semana, acudió a la fiesta de un amigo que se celebró abordo de una trajinera en los canales de Xochimilco. Sin embargo, la tragedia lo alcanzó e impidió que regresara con vida a Nenetzintla, su tierra natal.
José Manuel Romero Reyes estaba ebrio y murió por ahogamiento tras caer de la embarcación, de la cual resbaló al tratar de pasarse a otra.
No obstante, Chema fue, es una víctima más de la permisividad de las autoridades en Xochimilco (incluyemdo las actuales, con el morenista José Carlos Acosta Ruiz a la cabeza) y de las administraciones perredistas que gobernaron la Ciudad de México y que, durante años, se hicieron de la vista gorda al permitir que esa alcaldía se convirtiera en lo que hoy es: una gran cantina a cielo abierto.
Donde apestaba a orines, alcohol y vómito. Donde era común ver a jóvenes, ya enfiestados, estar pasando de una trajinera a otra. En diciembre pasado, esta reportera fue testigo cuando casi cae una turista estadounidense. Afortunadamente fue jalada por un hombre de otra trajinera.
Es un hecho que en todas las entonces delegaciones donde gobernaba el Partido del Sol azteca, un pingüe negocio fue la instalación de pseudo antojerías y tienditas.
Ejemplo de ello era Iztacalco y Venustiano Carranza, al oriente de CDMX, donde se abrieron negocios de este giro, en minúsculos locales de dos por dos metros, así como en jardines y estacionamientos.
Donde la venta de alcohol y “otras” sustancias, hacían de los fines de semana un infierno para los habitantes de diversas colonias de dichas alcaldías. Donde los jóvenes agarraban las calles para hacer desmanes y escandalizar.
Donde los comandantes de las respectivas bases de la Policía capitalina recibían moche para ignorar las llamadas de auxilio de los ciudadanos.
DESCANSA EN PAZ
Hoy Chema, un chico de 20 años, ya está en su pueblo natal en Acajete, Puebla. En la Ciudad de México, él se dedicaba al sector de la construcción y cuando podía, viajaba al pueblo a visitar a sus padres.
Este 3 de septiembre, los fueron restos de Chema fueron velados en el domicilio paterno. Sobre su féretro de color blanco fue colocada su fotografía.
Será este mediodía, después de una misa de cuerpo presente, cuando el cuerpo de Chema llegue al panteón de su comunidad a descansar en paz.